domingo, 7 de diciembre de 2014

POR UN ESPAÑOL MAL HABLADO

redactado por Karen Frías Benedicto


A menudo escucho cosas como ¡Qué mal hablas! o En Andalucía no se habla bien. Pero, ¿realmente existe un español bien o mal hablado? Y con esto me quiero referir, ya no en el ámbito formal, sino en el coloquial, ya que está claro que en un ámbito formal las personas vamos a cuidar más nuestra forma de hablar y expresarnos.

Lo que me propongo a hacer con este artículo es defender una hipótesis que también ha defendido Jorge Ramos Avalos en “En defensa del español mal hablado. El periodista en la era de las convergencias”.

Realmente no existe un español bien o mal hablado. Pero, si lo existiera… ¿cuál sería el español bien hablado? ¿El que se habla en España o el que se habla en América latina? Y en el caso en el que fuera en uno de los dos sitios, si fuera España, ¿sería más correcto el español que se habla en Valladolid, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Galicia o Cataluña?, y si fuera el de Latinoamérica ¿Cuál sería el mejor español, el que se habla en Colombia, Venezuela, Chile, México o Puerto Rico (por dar nombres)?

Este es un aspecto muy discutido. Pero, ¿se puede afirmar que el español es un idioma que se habla bien o mal viniendo del latín? ¿Se puede afirmar que una lengua que realmente es un latín mal hablado se pueda hablar bien o mal?

No estoy defendiendo que no haya una norma estándar y culta en el español, y de hecho, lo que hace la Real Academia es ir actualizando su léxico incorporando, suprimiendo o adaptando las nuevas realidades según el uso de la gente.

Miremos un claro ejemplo, hasta hace nada RAE no incluía el término asín, ya que lo correcto era así. Pero como lo que bien recoge la Academia es el uso, ahora sí que recoge el adverbio, indicando que es un vulgarismo, pero lo recoge, y, por lo tanto, no está mal dicho. Aunque a mí ahora no se me ocurriría utilizar este término, sí que lo he escuchado miles de veces, sin ir más lejos, a los andaluces. Pero esto no me da derecho para afirmar que quien lo utilice está hablando mal.

Veamos otro ejemplo, el del seseo, ceceo y la distinción. A menudo, los latinoamericanos tachan el ceceo, y por ello el hablar de la Península Ibérica. Afirman que los ceceantes ponen zetas donde no las hay. Pero, ellos que son seseantes, ¿no hacen lo mismo con las eses? Entonces, por esta razón, creeríamos que lo más correcto es la distinción.

Pero aun así, y si lo correcto fuera el seseo, surgirían luego fragmentaciones. Es por eso, que la Real Academia ha intentado la unidad del español reconociendo las distintas variantes de uso que se recogen en los distintos países donde se habla el español. Lo que aun da menos a pensar que pueda haber un castellano puro. Cosa que afirmó hace tres o cuatro años el alcalde de Valladolid, quien sentenció que era allí donde existía un español puro.

A menudo, son los mismos que afirman que el español bien hablado o puro está en un lugar determinado o es de esta u otra manera, los que comenten errores, por así llamarlos, diciendo me se va la cabeza, la dije que viniera, o incluso escuchastes (en vez de escuchaste). Pero como bien dijo Manuel Alvar no hay un español mejor, sino un español de cada sitio para las exigencias de cada sitio (Alvar, 2002:81).

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